En 2018, como parte de una política antiobesidad del gobierno de Reino Unido, se ha establecido el impuesto al azúcar que se aplica a las bebidas azucaradas que se producen o importan al país. Dicho impuesto ha sido un éxito rotundo y ahora se quiere extender a la sal.
Hace pocos días atrás, reunió la prensa y presentó un documento en el que se analiza el impuesto al azúcar del Reino Unido, revelando el éxito del mismo.