Hollywood olvida y perdona con muchísima rapidez. Le pasó a Tom Cruise, le pasó a Winona Ryder y, en tiempo récord, le ha pasado a los Globos de Oro, que a continuación de estar cancelados en 2022, donde tuvieron que dar los premios casi de tapadillo, ya se han recuperado del todo y han vuelto a ser "la antesala de los Óscar", ese término que da tanta rabia y que, al mismo tiempo, es tan certero.