Bryan Johnson, el millonario obsesionado con revertir su edad biológica, ha llevado su cruzada antienvejecimiento a un nuevo nivel: rejuvenecer su pene. A sus 47 años, el empresario tecnológico asegura haber recuperado la función eréctil de un joven de 22 gracias a un meticuloso monitoreo de sus erecciones nocturnas, terapias con ondas de choque y un estricto estilo de vida.