"Y a ti, ¿cuánto crees que te queda antes de que te cambien por una IA?", me preguntaba un amigo el otro día. Y no supe muy bien qué responder. Con suerte, mucho, supongo, pero no depende estrictamente de mí ni de mi trabajo. De momento, muchas empresas están apostando al cien por cien en ella sin esperar a que el público de su opinión (algo que ya hemos visto varias veces en el mundo de la tecnología), y queda mucha tela por cortar.