El mundo de la computación cuántica ha sido testigo de un avance histórico. Google ha presentado Willow, un chip cuántico que redefine los límites de lo posible en tecnología: en tan solo cinco minutos, este procesador es capaz de resolver un problema que un superordenador clásico tardaría cuatrillones de años en abordar.
Este logro, confirma el liderazgo de Google en la carrera por la supremacía cuántica y abre la puerta a aplicaciones revolucionarias.