Julio de 2024. Un grupo de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología (INHA) anunciaba uno de esos hallazgos que cambian los libros de historia. Con la ayuda de LiDAR habían dado con un tesoro alucinante. Todo el mundo conoce Teotihuacán, pero resulta que en otra zona inhóspita de México había pirámides ocultas. Ahora, en una vuelta de tuerca que pocos podían esperar, han dado con otra reliquia de Teotihuacan a 1,000 kilómetros de donde debería.