En 2003, Apple ya había cambiado el juego con su iPod. Miles de personas llevaban en sus bolsillos miles de canciones, con un dispositivo que, para muchos, fue amor a primera vista. Mientras tanto, en Microsoft, se estaba empezando a gestar una tormenta. Algunos correos internos entre ejecutivos (incluido Bill Gates) revelaron cómo el iPod y su ecosistema dejaron atrapado a Microsoft y desataron una crisis que hizo tambalear su estrategia.