Todos sabemos que cualquier mensaje que enviamos a través de una aplicación de mensajería está generando un alto impacto en el medio ambiente porque la nube donde guardan toda nuestra información consume muchísima energía.
Desde la llegada de la inteligencia artificial generativa a manos de todo el mundo y en masa (ChatGPT fue la pionera y la han seguido la de varias empresas), las empresas tienen todavía más datos que almacenar porque usamos masivamente estas tecnologías.