De él se sabe tan poco que en realidad fue su hijo, Matt Spergel, quien recordó la buena amistad que llegó a desarrollar con los futuros cofundadores de Apple, Steve Jobs y Steve Wozniak. A Marty lo llamaban cómicamente "el chatarrero", porque era capaz de alcanzar repuestos de cualquier producto, alguien dispuesto a encontrar auténticas gemas entre los basureros de electrónica olvidada. Pero no nos adelantemos. Todo comienza en un selecto club privado.