Pongámonos en situación: temporada 3 de 'Perdidos', allá por 2006, cuando todos éramos mucho más inocentes que ahora. En el episodio 3, veíamos un flashback en el que John Locke recogía a un autoestopista llamado Eddie y que, al final, resultaba ser un policía de servicio que desmantelaba su negocio de marihuana y al que nuestro héroe (por llamarle de alguna manera) acababa perdonando la vida antes de verse obligado a huir a los bosques. Si es que ya se dice que la droga es mala para la salud.