Cuando Netflix se introdujo por primera vez en España, la manera en la que consumimos contenido audiovisual cambió para permanentemente. El formato físico decayó hasta tal punto en el que hoy día es prácticamente un nicho, reservado casi exclusivamente a coleccionistas o a aquellos que quieren disfrutar de filmes y series en la máxima calidad.
Hoy día impera otro factor a la hora de ver un filme o serie: la comodidad que brindan las plataformas de streaming.