La aparición esta semana de la IA china DeepSeek ha agitado el panorama que la inteligencia artificial venía asentando en el mundo de la tecnología. La aparente conquista de esta cima por OpenAI de pronto se vio puesta en duda por un asistente del que pocos conocían su existencia y que, aparentemente, puede alcanzar resultados asombrosos.
Esto tuvo también efectos colaterales: Nvidia trataba de no tambalearse demasiado tras una caída de 500 millones en bolsa.