Con la creciente popularidad de las herramientas de inteligencia artificial generativa, cada vez encontramos en Internet más contenido que no ha sido creado por personas. Esto genera incertidumbre entre los clientes, pues es muy común hoy día cuestionarse si algo que vemos en Internet es real o no.
Estas dudas no solamente se aplican a publicaciones o imágenes que vemos en Internet, sino también a obras artísticas y literarias como libros.