Desde los primeros instantes tras el Big Bang, la gravedad ha moldeado la materia, dando lugar a las intrincadas estructuras que definen nuestro universo. Las galaxias, los cúmulos de galaxias y los filamentos galácticos han evolucionado de maneras que casi permanentemente concuerdan con la teoría de la relatividad general de Einstein. Pero algo no cuadra.
El universo está más desordenado.