No Man

Como cada miércoles, Marvel Studios ha estrenado un nuevo episodio de Daredevil: Born Again. Y si bien los dos primeros capítulos fueron una montaña rusa de emociones, este último ha sido más pausado, pero no por ello menos especial. Sin embargo, en esta ocasión no hablaremos de la trama en sí ni del inesperado final del episodio, sino de un pequeño pero interesantísimo detalle que ha llamado la atención de muchos fans sobre el futuro del UCM.

Existe la creencia cultural de que el alcohol puede ser una buena  herramienta para dormirnos antes y mejor, sin embargo, la copita antes de dormir para conciliar el sueño tiene un precio muy alto, y va más allá de las calorías vacías.

Ryanair ha emitido un comunicado de prensa para alertar a los viajeros de que si compran los billetes de avión a través de una OTA (Online Travel Agency, que en español significa Agencia de Viajes Online) como eDreams, Booking o Vola, van a pagar mucho más por el servicio.

Según su propia encuesta de OTAs de marzo, eDreams, Vola y Booking.com, siguen cobrando a los consumidores hasta tres veces más que los precios de Ryanair.

En 1997, Apple estaba al borde del abismo. La empresa que en los años 80 había marcado el camino de la informática personal estaba irreconocible, pérdidas económicas millonarias y una cuota de mercado de apenas el 3 %. Todo indicaba que el gigante de Cupertino estaba condenado. Pero ese mismo año, un nombre regresaría para cambiarlo todo: Steve Jobs. Hoy, en 2025, cuesta imaginar un mundo sin Apple. Pero el resurgimiento del gigante dormido no fue mágico ni casual.

La semana pasada fue uno de esos momentos cruciales en la historia de una compañía como Volkswagen. El sueño de la casa alemana de ofrecer al gran público un eléctrico a precio no desorbitada o, como ellos mismos anunciaron, para todos se adelantó bajo el nombre de ID. Every1, un utilitario en la frontera de los 20,000 euros como línea roja. Ocurre que, si las cosas salen rematadamente mal, VW tiene un as en la manga. Porque venden más salchichas que autos.

Te pones los AirPods para que nadie te agobie y empiezas a dictar en voz alta. Un email, parte de un texto, lo que sea. Pareces ocupado, centrado en una tarea, pero en realidad solo estás aparentando que trabajas en algo. Esta parece ser una de las estratagemas de muchos empleados relativamente jóvenes, de la Generación Z, frente a las políticas corporativas de mayor control y mayor vigilancia de jefes omnipresentes.

Las redes sociales son el sueño hecho realidad de los publicistas, aunque no tanto de las estrellas de Hollywood. Los primeros pueden llegar a millones de personas de manera muy sencilla y sin un coste adicional, pero a cambio de que los segundos se enfrenten a todo aquello que jamás quisieron ver: las reacciones de la gente real.

Ha habido ocasiones en las que el desarrollo de algunos videojuegos se ha alargado una barbaridad durante muchísimos años. Alguien que puede dar buena fe de ello es el actor Roger Clark, el encargado de haber interpretado a Arthur Morgan en Red Dead Redemption 2, quien tuvo que mantener en secreto su participación durante seis largos años, aunque eso no fue lo peor de todo.

Mi columna en Invertia de esta semana se titula «Un mundo sin césares» (pdf), y está inspirada en la fenomenal contestación de la ingeniera de software y CEO de Bluesky, Jay Graber, a la estúpida grandilocuencia de Mark Zuckerberg.

Hace mucho tiempo, cuando Jesus perdió una chancla en el quinto pino (bueno bueno, quizás no tanto) los
sufridos webmasters1 tenían básicamente dos opciones para hacer sus páginas web: picar código HTML o
usar un WYSIWYG2. Que levante la mano el dinosaurio que no ha usado algo tipo Dreamweaver alguna vez...