Mayo de 1981. En Mountain View hace una tarde soleada, ni excesivamente calurosa ni fresca. Y en el laboratorio de Apple, Daniel Kottke y Bud Tribble trabajan a las órdenes de Steve Jobs. El "proyecto Macintosh" es todavía una abstracción: lo único que tienen es un microprocesador Motorola 68000, un microprocesador de 32 bits, aunque su bus de datos en realidad es de 16 bits.