Era el día de los enamorados, pero no había ningún romance en un lujoso hotel de Weissenhaus, Alemania. Allí se libraba la partida definitiva del primer torneo del Grand Slam de de ajedrez freestyle. Y ninguno de los contrincantes se llamaba Magnus Carlsen. Eso ya era llamativo volveremos al porqué más adelante pero no era ni mucho menos lo único sorprendente de esa partida.
Fabio Caruana optó por hacer su primer movimiento. d4.