Hace veinte años desde que Keanu Reeves rodó 'Constantine', y desde entonces no se ha rendido buscando, como sea, una segunda parte. De hecho, si la ves ahora entenderás por qué: es un film con errores (sobre todo de fidelidad con el 'Hellblazer' original), sí, pero entretenidísima. Y se han mezclado el éxito de 'John Wick', la pasión de Hollywood por las secuelas tardías y el renacimiento del Universo DC.