Puedo garantizar que cuando pedí mi AirTag chino por AliExpress tenía la firme intención de escribir un artículo hablando de sus bondades y lo rentable que salía respecto al AirTag de Apple. Intuía que alguna diferencia clave había, pero en ningún caso imaginaba lo absurda que sería esta compra. No me ha supuesto perder mucho dinero, por suerte, pero ha terminado siendo igual que coger un billete de 5 euros y tirarlo por el inodoro.