Está claro que, cuando a tu equipo le agregas un segundo (o tercer monitor), la cosa cambia completamente, ya que dispones de mayor espacio para agregar en pantalla múltiples ventanas y facilitar la interacción múltiple entre aplicaciones. Ocurre lo mismo en grandes pantallas ultrawide, ya que estarías obteniendo (a groso modo), un espacio similar al de dos monitores pero en una sola pantalla.