En el mundo del cine, algunas historias encuentran su fuerza no en la grandiosidad de sus escenarios y locaciones, sino en la intensidad de su minimalismo y en su historia que logra engancharnos desde el primer minuto, como lo es esta cinta dirigida por Graham Moore, un ejemplo perfecto de cómo un filme puede cautivar al espectador limitándose a un solo espacio y centrándose en la dinámica de sus personajes, convirtiéndola así en una de las favoritas y más vista