En los últimos tiempos las empresas titulares de los derechos para la retransmisión de grandes ejemplos deportivos se han quejado amargamente por la difusión no autorizada de contenidos y lo que ello supone para sus inversiones. En España el ejemplo más claro está en LaLiga, que incluso ha manifestado su interés en borrar apps IPTV, lo que choca frontalmente con la legalidad.