Observar el desarrollo de la IA generativa es de lo más curioso. En Estados Unidos son las grandes tecnológicas, y startups como OpenAI, las que han marcado el ritmo. En China, las empresas además están desarrollando sus modelos, pero el Gobierno tiene un particular interés en empujar esta tecnología con fines tecnológicos, claro, pero también sociales y galenos. Y ahora Latinoamérica se ha unido para crear su propio ChatGPT.