El mismísimo ADN de una de las mejores series de la historia, 'Los Soprano', no radica en el hecho de ser un drama criminal, sino el hecho de que su protagonista necesite terapia. Y es que uno de los decorados de la ficción era esa consulta de la doctora Melfi, interpretada por Lorraine Bracco, a la que asistía Tony, proporcionando escenas memorables.