Se supone que la gente va a 'First Dates' a conocer a su posible media naranja, aunque es un poco complicado hacerlo si no dejas hablar a la otra persona. Susan no tenía problema con que Pedro fuera evangelista, sino más bien con que no dejara de apuntarla con el dedo y que le recitara un poema espantoso.
Pedro es un pensionista de 54 años residente en Sabadell (Barcelona): "Dios nos amó primero y tenemos que corresponderle, eso es el amor".