Las pruebas genéticas de bajo coste han ido haciéndose paso en los últimos años. Lo que hace un par de décadas era impensable, ahora está al alcance de muchos bolsillos. El problema es que esos datos genéticos, puede quedar al descubierto frente a una falta de seguridad del sistema. Si nuestros datos genéticos se filtran, pueden subir el precio o directamente no hacer un seguro. Ahí radicaba el principal temor de las personas antes de hacerse una prueba genética en empresas como 23andMe.