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Llevo más de un año con el botón de acción en lugar del anterior deslizador de mutismo. Primero con el iPhone 15 Pro y ahora con mi iPhone 16 Pro. Si algo he aprendido durante todo este tiempo es que su potencial va mucho más allá de las funciones básicas que nos ofrece Apple. Aunque hay funciones muy interesantes que podemos configurar con un simple toque desde ajustes, hay todo un mundo de posibilidades que pocos conocen.

20 cigarrillos como mínimo al día, el primero Permanentemente nada más despertarme y siendo fumador desde los 12-13 años. No es algo de lo que presuma ni me sienta lo más mínimamente orgulloso. Es el pretexto de lo que de verdad es mi orgullo: seis años sin fumar. Si eres o has sido fumador, sabrás bien la tremenda dependencia que generan esos malditos tubos que aspiramos por combustión y lo sumamente complicado que resulta dejarlo.

Aunque aún no está disponible oficialmente en España, desde el pasado 12 de julio de 2024 ya se puede comprar Apple Visio Pro en Reino Unido y países europeos como Alemania o la cercana Francia. Es precisamente por ello, por lo que quizás a alguno de vosotros os haya llegado como regalo de Navidad - o estéis pensando en alcanzar unas en las próximas semanas.

Llevo más de diez años usando el Mac en mi día a día. Además, he tenido la suerte de ser vendedor y formador de macOS. Durante todo este tiempo me he encontrado con personas expertas, hasta con quienes hacían sus primeras puestas en marcha. Y en todas estas ocasiones permanentemente había un elemento en común: una función que pocos conocían.

No estoy hablando de una herramienta nueva que acaba de llegar, como la duplicación del iPhone o los cambios en Notas.

Llevo más de dos años entrenando con Apple Fitness+ en casa. Sin destruirme, solo superándome semana a semana y dando lo mejor de mí junto a mi Apple Watch. El resultado: 10 kilos de músculo ganados de forma sostenible. Sé que podría ser más, pero tenía claro que el objetivo era un cambio de estilo de vida y no llegar al verano en mejor o peor forma.

Se dice que, para alcanzar ganar músculo de verdad, hay que llegar al denominado fallo muscular.