El cine de los años noventa nos dejó grandes referentes en el séptimo arte que, hoy en día, seguimos recordando, y un filme que año con año regresa a nuestra mente cuando de pensar en películas de terror se trata, comparte una anécdota en la que los cambios de última hora sobre los permisos de grabación le costaron no sólo varios días de modificación en el guion, sino que también un costo de más de 300,000 dólares extra en su presupuesto.