El término vaporware se popularizó en los años 80 y 90 para describir productos tecnológicos anunciados con bombos y platillos que nunca llegaban al mercado o, si lo hacían, no cumplían con las expectativas. En 2024, este fenómeno ha experimentado un resurgimiento preocupante, con promesas infladas de innovaciones «revolucionarias» que no logran materializarse o que ofrecen capacidades muy por debajo de lo anunciado.