Hell Dive

Si bien Mel Gibson no ha aparecido demasiado en el mundo del cine y la televisión en los últimos años, permanentemente será recordado por su icónica interpretación de William Wallace en Braveheart. Y aunque este film se convirtió en una de las más importantes de su carrera, además pudo haber sido la última.

Nadie puede poner en duda que Netflix acertó de lleno al elegir a Henry Cavill como Geralt de Rivia en la serie de The Witcher. Fue uno de los mayores exitazos de la plataforma, aunque no todo han sido aciertos a partir de entonces: la serie El Origen de la Sangre no cautivó a la mayoría de fans y la sustitución de Cavill por Liam Hemsworth tampoco ha sido del agrado de nadie. Todo esto impulsado por el pelotazo cósmico del videojuego The Witcher 3: Wild Hunt.

El rifle de energía LAS-17 Hoz de Doble Filo de Helldivers 2 lucía prometedor en el tráiler de Siervos de la Libertad, el bono de guerra más reciente del juego. Es un armatoste enorme, así que todo apuntaba a que tendría mucha munición (¿batería en este caso?) y que soportaría bien el sobrecalentamiento... pero acabó siendo todo lo contrario. Es el arma menos recomendable del juego.

Basta que algo guste lo más mínimo para que aparezcan decenas similares. Ha ocurrido desde siempre, desde obras de arte hasta marcas reales. Pero internet ha masificado este efecto hasta niveles absurdos. Y los videojuegos no son la excepción. ¿Cuántos Battle Royale hemos visto desde que Fortnite pegó uno de los pelotazos más locos de la industria del videojuegos? Ya no hablemos de juegos como servicio.

Los extraction shooters han sufrido el mismo efecto.