Inteligencia

Hay tareas donde los diferentes modelos de inteligencia artificial han demostrado su pericia, sirva como ejemplo la programación o funciones como traducir, resumir o reescribir. Da igual que cojas ChatGPT, Gemini o Perplexity, todas ellas lo hacen moderadamente bien. Eso sí, sigue siendo esencial echar un vistazo después, especialmente en la programación.

Cuando pensamos en quiénes crearon las grandes empresas tecnológicas que llevan partiendo la pana en las últimas décadas, en el imaginario colectivo aparece ese perfil de nerd estereotipado hasta la extenuación (como no podía ser menos) en Los Simpsons con el grupito de empollones a los que Homer se junta cuando va a la universidad o a Artie Ziff.

No hay ninguna duda acerca de que Terminator 2 es una de las mejores secuelas de todos los tiempos. La cinta de James Cameron fascinó por su combinación entre ciencia ficción y acción, elevando el listón dejado por la primera entrega, y arrojando secuencias memorables. 137 minutos de locura en los que Arnold Schwarzenegger no mata absolutamente a nadie.

Un tweet de Anthony Pompliano sobre un amigo suyo que utilizó ChatGPT para subir unas imágenes y lograr un diagnóstico médico, y fue capaz gracias a ello de corregir un previo mal diagnóstico de un médico, genera un hilo de respuestas en el que otras personas comentan situaciones similares, y ponen de manifiesto lo que todos podíamos imaginar: que cuando una herramienta se convierte en habitual, lo lógico es utilizarla en situaciones de todo tipo, incluyendo aquellas que pueden plantear un ciert

Desde hace tiempo existe la promesa de que los robots humanoides llegarán a nuestros hogares para acompañarnos en el día a día. Por ahora, lo más parecido a eso que tenemos son las aspiradoras robóticas, que operan de forma autónoma y ya están presentes en muchas casas, aunque tienen mucho de robots y absoludamente nada de humanoide.

Ahora, algo empieza a cambiar.

Los equipos de operaciones de TI enfrentan el reto perpetuo de asegurar el funcionamiento eficiente de sistemas críticos mientras gestionan un gran volumen de incidentes reportados por los clientes finales. La administración manual de estos incidentes no solo es intensiva en tiempo, sino que además es susceptible a yerros debido a la naturaleza repetitiva de las tareas y posibles fallas en la comunicación.

Los gigantes tecnológicos como OpenAI, Google y Microsoft hacen uso de bots rastreadores diseñados para recolectar contenidos de la WWW, con los que poder entrenar sus cada vez más complejos modelos de IA generadores de texto e imagen.

En los últimos años, la inteligencia artificial ha cambiado la manera en que interactuamos con la tecnología, y la programación no ha sido una excepción. Ha surgido un nuevo paradigma conocido como Vibe Coding, una forma de desarrollo en la que los programadores delegan gran parte del proceso de codificación a modelos de IA avanzados.

En el mundo empresarial actual, donde la información esencial se encuentra dispersa en múltiples entornos, las organizaciones enfrentan un reto crítico. La dependencia creciente de herramientas de gestión de proyectos y servicios de TI, como ServiceNow, Atlassian Jira y Confluence, obliga a los empleados a lidiar con una compleja maraña de sistemas para acceder a datos cruciales.

Si tienes una cierta edad, seguramente recordarás a Adobe Flash como aquella tecnología omnipresente que durante años llenó la web de insoportables animaciones y juegos interactivos. Su desaparición fue bastante abrupta, y tuvo consecuencias que van más allá de lo tecnológico, afectando directamente a trabajadores, mercados laborales y dinámicas de oferta y demanda.