Seguramente habrás escuchado que dependiendo del tipo de fibras musculares que predominan en un músculo hay que entrenar este en un determinado rango de
repeticiones. Lo que se dice es que los músculos con una mayor proporción de fibras lentas o tipo I se entrenan mejor a
repeticiones altas y con cargas más bajas; por otra parte los músculos con una mayor proporción de fibras rápidas o tipo II se entrenan mejor a
repeticiones bajas y con cargas más altas.Â
En este artículo veremos si esta creencia sobre la proporción de fibras y los rangos de
repeticiones para ganar masa muscular es correcta.
Uno de los principios básicos de la fisiología muscular es la ley de Henneman o principio del tamaño. De a cuerdo a esta ley, cuando nuestros músculos empiezan a contraerse para salvar una resistencia externa primero se reclutan las unidades motoras más pequeñas, generalmente las llamadas rojas, lentas o de tipo I. A continuación y conforme aumenta el grado de esfuerzo se van reclutando de forma solapada y progresiva las unidades motoras más grandes, generalmente las  llamadas blancas, rápidas o de tipo II.Â
Esto es todo lo que sucede en nuestro cuerpo cuando llegamos al fallo muscular durante un entrenamiento de hipertrofia
Gracias a este ley sabemos que siempre y cuando trabajemos cerca del fallo muscular, vamos a estar estimulando el espectro completo de fibras musculares, es decir, tanto las de tipo I como las de tipo II.