No hay ninguna duda acerca de que
Terminator 2 es una de las mejores secuelas de todos los tiempos. La cinta de
James Cameron fascinó por su combinación entre ciencia ficción y acción, elevando el listón dejado por la primera entrega, y arrojando secuencias memorables. 137 minutos de locura en los que
Arnold Schwarzenegger no mata absolutamente a nadie.
Lo cierto es que tiene todo el sentido, pues el T-800 pasa a ser el gran hére de la cinta y recibe la orden de John Connor de que no debe acabar con ninguna vida. El giro de guion fue tremendo para la época y funcionó a las mil maravillas, pero el actor austríaco no estuvo demasiado convencido en un comienzo.
Tanto Cameron como Schwarzenegger revelaron la charla que mantuvieron durante un viaje a Cannes previo al rodaje de
Terminator 2. Así sucedió la anécdota:
Arnold Schwarzenegger: "Lo leí [el guion] en el avión de camino a Cannes. Lo recuerdo muy bien. Varias veces leí algo y no tenía ni idea de qué estaba hablando. Dije: '¿Qué demonios es polialeo?"
James Cameron: "Tuvimos una reunión para desayunar. Arnold permanentemente pedía lo mismo: avena con nueces, dátiles y fruta, así que yo pedí lo mismo. Podía notar que algo le molestaba. Para ese momento ya éramos amigos. Luego de
Terminator, andábamos en moto juntos. Y me dijo: 'Jim, tengo un gran problema con el guion'. Le pregunté: '¿Cuál es el problema?'. Y él me dijo: 'No mato a nadie'.