Reino Unido ha vuelto a abrir un viejo debate en Apple que hace enfrentar la seguridad a la privacidad. La compañía de
Cupertino permanentemente se ha mantenido en ese segundo punto, poniendo por encima la seguridad de los datos de sus clientes e impidiendo que, incluso en los casos más polémicos, una agencia de seguridad gubernamental pueda acceder a datos de
iCloud.
El gobierno británico estaría pretendiendo que Apple abra una puerta trasera a su cifrado en el país. El objetivo es que, en casos de necesidad por la seguridad nacional, las agencias puedan acceder a esos datos. Lo curioso del caso es que no lo han podido confirmar oficialmente porque sería ilegal. No obstante, una voz autorizada en este ámbito ha tildado de "ingenuo" el pensamiento del gobierno de
Reino Unido a este respecto.
Precedentes. El 2 de diciembre de 2015 se produjo un atentado en San Bernardino (California) que causó la muerte de 16 personas y más de una veintena de heridos. El FBI detuvo al responsable y descubrió que poseía un iPhone 5C en el que, hubiese información clave que ayudase a entender cómo llegó a perpetrarse el plan de ataque.
Apple enarboló de la bandera de la privacidad y negó al FBI la posibilidad de darle acceso a dicho dispositivo. Pese a mostrarse del lado de las víctimas, Apple hizo ver que su política de privacidad era inamovible en cualquiera de los casos y no abriría ninguna puerta trasera en sus iPhone en ningún caso.