En el mes de julio se vio que
OpenResearch llevaba investigando desde el año 2019 en torno a la renta básica universal. Un estudio que fue financiado por detrás por
Sam Altam con varios millones de euros. Todo para saber si la renta básica podía reducir el impacto de la IA. Medio año después de conocer este estudio se van conociendo nuevos datos sobre las conclusiones. Lo sorprendente es que se centran en contrarrestar el principal argumento de sus detractores.
La metodología del experimento fue sencilla. Se captó a 3,000 personas de Texas e Illinois con ingresos por debajo de 28,000 dólares. A una parte de estos residentes se les entregó 1000 dólares mensuales durante tres años  (simulando esta renta básica) y al grupo de control se le dieron 50 dólares al mes.
Una investigación para nada económica y que necesitó de la ayuda de Sam
Altman con un aporte de 14 millones de dólares. En julio ya vimos que las personas que recibieron esta ayuda de 1,000 dólares al mes incrementaron su gasto en alimentación o transporte. Pero también en la beneficencia y la ayuda a los demás.
"Reducciones significativas en el estrés, la angustia mental y la  inseguridad alimentaria durante el primer año, pero esos efectos se  desvanecen en el segundo y tercer año del programa em> apunta el estudio. Ahora este mismo mes hemos conocido nuevos resultados de este estudio en el que se vió que las personas que recibieron esta cantidad de dinero valoraban más su trabajo.