Resulta muy interesante la presentación de
Gemini 2,5 Pro, el modelo de inteligencia artificial más avanzado de
Google hasta la fecha, y sobre todo, la sorpresa de que la compañía lo haya ofrecido de forma gratuita a través de su versión web, aunque sea con claras limitaciones de uso.
El acceso gratuito no es más que una muestra: para disfrutar del modelo sin restricciones, una propuesta de pago que parece señalar el verdadero destino estratégico de la compañía: transicionar desde la publicidad hacia la suscripción.
Y es que lo que está en juego aquí no es simplemente quién liderará la carrera de los modelos generativos más avanzados: lo que
Google está tratando de hacer, es adaptarse a un nuevo modelo económico en el que su histórico motor de ingresos, la publicidad basada en búsquedas y en una hipertrofia de la segmentación, empieza a mostrar signos claros de agotamiento.
La transición no es trivial: estamos hablando de una empresa en la que el 77% de los ingresos sigue dependiendo de la publicidad, pero que ahora debe aprender a vivir en un mundo donde muchos usuarios ya no hacen clic en las noticias, donde el coste computacional de una búsqueda ha aumentado de forma dramática, y donde incluso la verdad objetiva frente a las «alucinaciones» empieza a parecer un valor negociable o justificable.