Apple es la mayor importadora de desodorantes del mundo. Y todo está relacionado con las
Apple Store... pero además con las cajas de embalaje. Todas tienen un olor particular. Y se abren de una forma específica. Forman parte de una gran estrategia que llevó años de perfeccionamiento. De hecho, había un equipo dentro de Apple dedicado exclusivamente a abrir cajas. Puede parecer una excentricidad, pero Steve
Jobs tenía sus motivos y razones para dedicar las horas y sueldos de estas personas a abrir paquetes.Â
La clave reside en el tipo de cajas que abrían: las de los productos de Apple, claro. Cuando te compras un iPhone 16 Pro, de los elementos que te vas encontrando poco a poco. El unboxing es una parte esencial. Y está pensado al milímetro.
La experiencia de recibir un nuevo producto de Apple, abrir su caja, tocarlo, notar su peso y hacérnoslo nuestro es todo un ritual. Una experiencia que, aunque pasemos por alto, es la primera impresión de un dispositivo. Y las primeras impresiones duran, lo que Steve
Jobs tenía muy claro.
Por ello, el hombre que conducía su Mercedes sin matrícula y que quiso ser astronauta, creó un equipo para investigar la mejor forma de presentar los productos de la compañía. Un equipo del que desconocemos su estado actualmente, pues fácilmente podría haber sido absorbido dentro del departamento de marketing, pero cuyo principal objetivo sigue muy presente en la compañía.