El envejecimiento es un proceso dinámico que se caracteriza por la acumulación gradual de perturbaciones en forma de cambios fisiológicos internos. A nivel externo, el envejecimiento se puede visualizar con cualidades como las arrugas de la piel. A nivel interno existen relojes epigenéticos que determinan la verdadera edad biológica, sea la que sea la edad que expone nuestro informe de identidad. Los relojes epigenéticos son en gran medida modificables, por lo que identificar factores modificables como las siguientes opciones de estilo de vida es vital para desacelerar o revertir la edad biológica, promoviendo así el envejecimiento saludable.
La tarea física y el comportamiento sedentario desempeñan un papel en la reducción de la morbilidad relacionada con la edad y la mejora de la esperanza de vida. Un estilo de vida físicamente inactivo es uno de los más importantes factores de riesgo modificable que puede acelerar el envejecimiento epigenético.
La masa muscular si no se usa, se pierde. A medida que cumplimos años, esa pérdida de masa muscular, fuerza y potencia se acelera, haciendo que el reloj del envejecimiento vaya más rápido. El levantamiento de pesas genera una cascada de hormonas y mecanismos antienvejecimiento que ralentizan el ritmo de envejecimiento habitual.