Leía recientemente un artículo en el que se hablaba de la relevancia de desenchufar la antena del televisor durante las tormentas. Entonces recordé algo y lejos de venir a desmentir aquello, lo que vengo es a alertar también de la importancia de desconectar un
Apple TV cuando empecemos a escuchar rayos o apreciemos cualquier otro síntoma de tormenta.
Es una lección que yo aprendí hace años y fue por las malas, dado que en hasta dos ocasiones se me ha estropeado un
Apple TV durante una tormenta. Y no por un problema en la instalación eléctrica del hogar, dado que me ocurrió en dos casas diferentes.
No hay mejor sensación para mí que la de estar en casa una tarde de lluvia mientras veo una serie o película en mi
Apple TV. Sin embargo, hace años que lo he cambiado por un iPad cada vez que escucho algún trueno.
Hace ahora cinco-seis años que cayó un estruendoso rayo cerca de la casa en la que vivía. Se fue la luz y una vez subidos los diferenciales, aprecié el drama: el
Apple TV no encendía.
Tras probar con diferentes cables y televisores, comprobé como era cosa del
aparato y luego de que un experto del seguro lo revisase, supe que se había quemado por dentro. "Mala suerte", pensé dando por hecho que son dispositivos con buena protección.
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Sin embargo, años después me ocurrió lo mismo en otro domicilio.