Las flexiones de brazos son uno de los ejercicios clásicos de
fuerza con el peso corporal. Se pueden ejecutar con mejor o peor técnica, pero hay un matiz que la mayoría de personas no conocen, y supone una mayor activación del pectoral. En este artículo describimos cómo sacarle el máximo provecho a tus flexiones con un simple gesto.
Para comprender por qué el gesto que detallaremos a continuación hace que nuestro pectoral trabaje más, debemos primero abarcar brevemente la función del pectoral. Este grupo
muscular de encarga de dos movimientos principales: extensión de hombro con los codos flexionados y aducción de hombro.
Una flexión, así como el pres de banca y el resto de empujes de pecho, son una extensión de hombro en el que llevamos nuestros codos desde atrás hacia delante. Otros ejercicios como las aperturas o los cruces de poleas ejecutan una aducción de hombro, que es el gesto típico que hacemos cuando vamos a dar un abrazo.
Aunque las flexiones tienen una parte también de aducción porque los codos se abren ligeramente y se cierran, esta función no la entrenamos apenas. ¿Podemos hacer algo para involucrar la aducción de hombro en una flexión? Sí.
Cuando realices flexiones, además de bajar el pecho al suelo y subirlo, intenta que tus manos se junten, pero sin que haya movimiento. Es decir, haz
fuerza con tus manos hacia dentro contra el suelo, pero sin moverlas del sitio.