La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado diversos ámbitos de nuestra sociedad, y el sector educativo no es una excepción.
ChatGPT, desarrollado por
OpenAI, es uno de los modelos más avanzados de procesamiento de lenguaje natural, y recientemente fue sometido a una prueba singular: ¿podría aprobar un grado universitario en Física?
Los resultados de este experimento, liderado por
Kevin A. Pimbblet y sus colaboradores, revelan tanto las capacidades como las limitaciones actuales de esta tecnología... al tiempo que plantean interrogantes sobre el futuro de la educación superior.
El estudio utilizó como referencia el programa de estudios completo de la licenciatura en
Física de la Universidad de Hull (Reino Unido). Para maximizar el rendimiento de
ChatGPT (GPT-4), los investigadores emplearon un enfoque llamado 'inteligencia máxima', que incluyó estrategias como simplificar inquietudes, partir tareas complejas y optimizar las respuestas a través de instrucciones precisas.
Hay profesores que ya están obligando a usar
ChatGPT a sus estudiantes: la IA puede ser la mejor aliada de la educación, mientras
ChatGPT alcanzó un promedio general del 65%, fracasó en asignaturas con componentes prácticos, como laboratorios y proyectos evaluados mediante defensas orales. Estas limitaciones reflejan la incapacidad de la IA para realizar tareas que requieren interacción
física o razonamiento espontáneo, aspectos que aún son exclusivos de los humanos.