¿Recordáis el caso del
iPhone 4 olvidado en un bar? Se trata de una de las historias más increíbles que hay alrededor de Apple. El
iPhone 4 fue olvidado en un bar por un ingeniero de Apple mientras celebraba su cumpleaños. Este despiste fue la mayor filtración de detalles que se recuerda sobre el
iPhone. Hoy te traemos una igual de loca y relacionada con el
iPad. En este caso, no se trata de ningún despiste, sino de un robo en la mismísima casa de
Steve Jobs apenas un año después de su fallecimiento.
En el verano de 2012 entraron a robar en la mansión de
Steve Jobs. Tras su muerte, su mujer aprovechó para realizar algunas reformas. Para ello tuvieron que dejar la casa sola y los obreros únicamente trabajaban durante la mañana. La situación era perfecta para cometer un robo. El ladrón se llevó:
- Varios Mac
- El iPad de Steve Jobs
- Joyas de la exclusiva marca Tiffany
- Botellas de champán
El hombre que robó la casa de
Steve Jobs fue Kariem McFarlin, un residente de Alameda, California. Tenía 35 años en el momento del robo y no era un ladrón profesional, sino alguien que atravesaba dificultades financieras. Algunas de las pertenencias las vendió y, en concreto, el protagonista de esta historia se lo entregó a un amigo. Sí, estamos hablando del mismísimo
iPad de
Steve Jobs. Un
iPad de primera generación de 64 GB.