Un muy buen artículo en
The Washington Post, «What happened when other countries banned TikTok«, intenta extrapolar los posibles efectos de la prohibición de
TikTok en los Estados Unidos a partir de mañana comparándolo con lo que ocurrió en
India en junio de 2020, cuando
TikTok y cincuenta y ocho apps chinas más fueron prohibidas en el país a raíz de un incidente fronterizo en
Ladakh que se saldó con varios muertos.
Obviamente, el paralelismo no es completo, sobre todo porque
India, cuando tomó la decisión de llevar a cabo la prohibición, lo hizo con todos los medios y consecuencias: no solo no se limitó a una aplicación y prohibió la práctica totalidad de las apps procedentes de China como correspondía a una disputa que tenía a ese país como objetivo, sino que además, prohibió también el tráfico a las mismas a través de un bloqueo a nivel de proveedores de acceso.
Estas medidas hicieron que el uso de
TikTok y del resto de las apps chinas prohibidas desapareciese de la noche a la mañana. En el caso de
TikTok, se desvanecieron para la compañía doscientos millones de usuarios, en el que era su más importante mercado a nivel mundial a nivel numérico (a nivel de facturación, los clientes norteamericanos son mucho más preciados en facturación publicitaria).