El
New York Times publica un artículo, «Chinese carmakers are taking Mexico by storm while eyeing US«, en el que advierte que el mercado automovilístico mexicano se ha inundado con noticias de marcas chinas que se ven en aeropuertos, estadios de fútbol y grandes vallas publicitarias en las calles de
Ciudad de México, con vehículos chinos tanto de gasolina como eléctricos cada vez más comunes en las calles.
Las marcas chinas, que hace cinco años ni aparecían en las estadísticas y tenían fama de tener calidad baja, ahora suponen un 9% de las ventas de vehículos nuevos â y otro 9% en el mercado de Brasil, y un 18% en el de Thailandia, y el poco sospechoso The Economist les dedica artículos ensalzando su calidad y su nivel de innovación. Las exportaciones mundiales de automóviles de China ya superan a las de Japón, y supusieron un tercio de las ventas mundiales el pasado marzo de 2024.
Semejante crecimiento no viene de nuevas ni por casualidad. Hace ya años que marcas chinas como Nio, comenzaron a situarse como líderes en la fabricación y venta de vehículos eléctricos en el mayor mercado automovilístico del mundo, la propia China, e incluso empezaron a hacerse notar en el mercado norteamericano. Ahora, además de vehículo de alta gama, ofrecen también utilitarios eléctricos de muy buena calidad con precios en torno a los 18,000 dólares en el mercado mexicano, diez mil dólares menos que el vehículo eléctrico más barato en los Estados Unidos.