En 1997, la situación dentro de Apple era de pura desesperación. En
Cupertino estaban a tan solo unos meses de la bancarrota. ¿Qué diferente a la Apple actual, verdad? Este 2024 hemos visto cómo Apple llegó a máximos históricos en bolsa, y el futuro se presenta emocionante con la llegada del
iPhone 17 o modelos de Mac plegables. Pero volvamos al inicio, porque en 1997 Apple necesitaba un milagro.
Los números eran devastadores: apenas un 3, acciones desplomadas en un 80 % hasta los catorce dólares, y pérdidas que alcanzaban los mil millones de dólares. La empresa necesitaba un milagro.
La historia de Apple y
Steve Jobs es una montaña rusa de éxitos y fracasos. En 1985, tras las pocas ventas del Macintosh y conflictos internos,
Steve Jobs fue expulsado de la empresa que él mismo había fundado. Una decisión que marcó el inicio de una época oscura para Apple.
Durante los siguientes doce años, Apple perdió su rumbo. La compañía cometió error tras error: precios desorbitados que hundieron las ventas del Mac, productos sin sentido como el Newton MessagePad y una confusa estrategia que alejaba a Apple de su esencia innovadora.
Ese milagro tenía nombre y apellido:
Steve Jobs regresó como CEO interino. Pero lo que encontró era un desastre: 40 productos diferentes que no se vendían, una plantilla sobredimensionada y una empresa sin dirección clara. Su respuesta fue contundente y brutal.