Puede que el nombre
Foxconn no te suene demasiado, es muy probable que haya salido de una de sus fábricas. Es el mayor fabricante por contrato del mundo y un socio clave de Apple. Desde sus plantas, esta compañía taiwanesa ensambla cada pieza: procesadores de TSMC, pantallas de
Samsung, baterías de
Amperex y otros componentes esenciales para dar forma al dispositivo estrella de la firma de la manzana.
Foxconn no solo ensambla productos para Apple. También está detrás de dispositivos de Microsoft, Amazon, Google, Dell, Sony y HP. Pero su ambición va más allá de la electrónica. Según Financial Times, el gigante taiwanés lleva años intentando entrar en la industria de la automoción y ahora está a punto de lograrlo. De hecho, el medio asegura que en las próximas semanas anunciará un acuerdo con
Mitsubishi Motors.
Hace poco supimos de
Mitsubishi por un movimiento que pudo haber cambiado la industria. La marca japonesa firmó un memorando de entendimiento para explorar una fusión histórica con Nissan y Honda, una estrategia para afrontar las dificultades que atraviesa en plena expansión del coche eléctrico. El acuerdo no prosperó, pero
Foxconn no tardó en aparecer en escena como un actor clave en medio de esta compleja situación.
Inicialmente se especuló con la posibilidad de que
Foxconn adquiriera una participación en Nissan para fortalecer su presencia en la automoción.