Un
proyecto de
código abierto es una obra que, después de meses o incluso años de dedicación ardua, finalmente llega al mundo de manera pública. Tras su lanzamiento en plataformas como
GitHub, comienza una nueva etapa: la promoción de la herramienta para que llegue a los clientes adecuados. Pese a que muchos desarrolladores preferirían dedicarse a escribir nuevo código, es crucial invertir tiempo en dar a conocer el
proyecto.
La visibilidad no suele llegar de forma espontánea; por ello, es necesario implementar estrategias de difusión. Las redes sociales se postulan como un primer paso esencial para compartir el
proyecto. Plataformas especializadas, ofrecen una segunda vitrina para dar a conocer el código. Además, es recomendable contactar con personas y comunidades interesadas en la solución proporcionada, participando en podcasts y canales de YouTube, e incluso proponiendo ponencias en conferencias y eventos.
A medida que se mejora el
proyecto, además debe incrementarse el esfuerzo por difundirlo. Los usuarios buscan herramientas que solucionen problemas, siempre que no se incurra en autopromoción excesiva. Como señala Aaron Francis, es importante no sentirse incómodo al
promocionar el trabajo propio, ya que requiere mucho esfuerzo desarrollar soluciones útiles.
Entender y comunicar eficazmente el problema que soluciona el
proyecto es vital.