Pese a la fuga de clientes de X a
Bluesky, lo cierto es que la antigua
Twitter sigue gozando de buena salud en lo que a clientes se refiere. Tras la compra de la red social por parte de
Elon Musk hace casi dos años, cerró 2023 con un récord de crecimiento superando los 540 millones de usuarios. Y nadie más orgulloso que su CEO.
Musk llegó a
Twitter en 2022 como elefante en una cacharrería. Había pagado 44,000 millones de dólares por ella y no le tembló el pulso en despedir a ocho de cada diez empleados. Una medida que fue traumática para muchos y que, pese a ello, a Musk le sigue pareciendo divertido.
7,500 eran los empleados que
Twitter poseía cuando
Elon Musk entrase en las oficinas de la empresa con un lavabo en la mano. Un gesto simbólico que ha pasado ya a la historia del sector y que fue el preludio de una oleada de despedidos. Un 80% menos de empleados en unos pocos meses, asentandose la cifra actual en poco más de 1,300.
A nivel técnico sigue existiendo estupefacción viendo que pese al recorte de plantilla, todo sigue funcionando bien. Se hacen incluso memes al respecto, a los que Musk contesta que sigue siendo un argumento válido (matizando que despidió a un 80% en lugar de un 90% como sugería la primera publicación).
El caso es que más allá del equipo técnico, Musk además despidió a otros muchos trabajadores de departamentos esenciales como el de publicidad.