El proyecto
iPhone comenzó en 2003 con una inversión inicial de 150 millones de dólares. Steve
Jobs retrasó su lanzamiento porque el cristal de la pantalla no se sentía "lo suficientemente premium". Hoy, 20 años a continuación, Apple invierte casi 30,000 millones anuales en investigación y desarrollo para crear el
iPhone perfecto. Y, el accesorio más deseado para estos dispositivos es un muñequito de plástico que se pega en la parte de atrás.
Y es que, ¿verdad? Ya vimos con iOS 18 la polémica que se formó por la posibilidad de cambiar el color de los iconos. Se formaron dos bandos: los que defienden la estética pura de Apple y los que les encanta personalizar al máximo sus
iPhone. Hasta ahora lo podíamos hacer con fundas, algún tipo de sticker... Hemos pasado épocas en las que estaba de moda poner un anillo en la parte trasera del
iPhone. Pero los
Sonny Angels superan todo lo visto.
Aunque todos hayamos empezado a verlos a finales de este 2024, nacieron en Japón en 2004. Las primeras figuras eran muy diferentes a las que conocemos hoy: medían 18 centímetros, más del doble que las actuales. Su diseño está inspirado en los Kewpie, unos muñecos creados a comienzos del siglo XX por la ilustradora Rose O'Neill, y conecta perfectamente con el concepto japonés "kawaii". Se trata de esa estética adorable que enfatiza la ternura y la inocencia.