Los resultados de
Tesla para el tercer trimestre del año publicados el pasado jueves fueron muy positivos y superaron las predicciones de los analistas (72 céntimos por acción frente a los 58 previstos), lo que ha llevado a la compañía a cerrar en su máximo de los últimos trece meses con una subida de un 22% y a su más destacado accionista,
Elon Musk, a añadir más de 33,500 millones de dólares a su fortuna.
El lanzamiento de unos resultados tan positivos (470,000 vehículos producidos, 463,000 enviados, y 6,9 GWh de baterías instaladas), las promesas llevadas a cabo por
Elon Musk, que predice entre un 20% y un 30% de crecimiento en las ventas de vehículos de la compañía el próximo año gracias a vehículos más baratos y a la llegada de la conducción autónoma en al menos dos estados, y los resultados de la división de generación y almacenamiento de energía, cuya facturación creció un 52% hasta los $2,380 millones, han generado una euforia que la marca llevaba tiempo sin ver. Incluso su modelo más polémico, el Cybertruck, se ha convertido en el tercer vehículo eléctrico más vendido en el país y genera ya un margen positivo para la compañía.
Las previsiones generales además acompañan: lejos de cumplirse las predicciones de algunos que apuntaban a un descenso en las ventas de vehículos eléctricos, se han alcanzado ventas récord en los Estados Unidos y las globales han crecido en más de un tercio.