Cuando cuento que he usado mi
iPhone como único mando de toda la casa, más de uno me dice: "¿No es más fácil usar los mandos normales?". Y puede que tengan razón. Pero la idea de simplificar mi vida y mandar todos los dispositivos desde un solo lugar era demasiado tentadora como para no intentarlo.
Así que, durante una semana, dejé de lado los mandos del
Apple TV, la
Smart TV LG y hasta el del aire acondicionado. En su lugar, usé exclusivamente el
iPhone para controlar todo. El resultado no fue perfecto, pero sí interesante. Aquí te cuento qué funcionó increíblemente bien y qué cosas fueron un poco más complicadas de lo que esperaba.
Aquí el
iPhone se lleva la medalla de oro. Si tienes un
Apple TV, usar tu
iPhone como mando es tan natural que ni siquiera se siente como un cambio. La opción "Apple TV Remote", compuesta en el Centro de Control, funciona como un reloj suizo. Deslizas hacia abajo, tocas el icono y ahí tienes todo el control.
Lo mejor es que escribir contraseñas o buscar un episodio ya no se convierte en una odisea. El teclado del
iPhone aparece automáticamente en pantalla (sin necesidad de apps adicionales), lo que es mil veces más cómodo que navegar letra por letra con un mando tradicional. Además, el trackpad virtual del
iPhone es tan fluido que parece diseñado para esto. En resumen, la combinación
iPhone +
Apple TV encaja perfectamente y no hay manera de que algo salga mal.